El otoño es una estación maravillosa para disfrutar de la ciudad en su máximo esplendor. Las suaves temperaturas de esta época del año brindan un ambiente agradable que invita a salir y a aprovechar al máximo una agenda repleta de planes de todo tipo: historia, ocio, deporte, naturaleza…
Ya vivas en Valencia o simplemente desees disfrutar de la capital del Turia por unos días, te proponemos siete planes imprescindibles para este otoño. ¡Toma nota!
De ruta por la ciudad histórica
Con más de 2.000 años de historia, Valencia ha sido hogar de distintas culturas a lo largo del tiempo: romanos, visigodos, musulmanes, cristianos… Pueblos que han dejado una huella arquitectónica, artística, comercial y cultural en las calles, plazas, mercados y, en general, en todos los rincones de la ciudad.
Uno de los planes favoritos de muchos valencianos para aprovechar un sábado por la mañana es tomarse una cerveza bien fresquita en la Plaza de la Virgen, junto a la Catedral, uno de los lugares más maravillosos de la capital por estar repleta de gente, músicos callejeros, mercadillo en ocasiones y, en general, de mucha vida. O, en lugar de una cerveza, de un chocolate caliente una tarde de domingo. ¡La elección es libre!
Otros imprescindibles para respirar la historia de Valencia son el Mercado Central, la Basílica de la Virgen de los Desamparados o la Lonja de la Seda, que constituye una auténtica joya de estilo gótico civil valenciano que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996 por la UNESCO.
Un bonito final de ruta podría ser la Iglesia de San Nicolás, también conocida como la Capilla Sixtina valenciana, además de los palacios del barrio del Carmen. Y, si eres fan de la gastronomía típica de las ciudades, te recomendamos acudir al Mercado de Colón y al Mercado de Ruzafa.
Ciudad de las Artes y las Ciencias
Valencia es puro contraste entre historia y modernidad. Así, es posible dar un pequeño salto en el tiempo y plantarse en el mayor reclamo turístico de la capital: la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un joya modernista diseñada por Santiago Calatrava en la que se encuentran el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, el Palau de les Arts, el Ágora, el Umbracle, el Hemisfèric, el Puente de l’Assut d’Or y el famoso Oceanogràfic. Tanto si eres un apasionado de las ciencias como si no, este lugar te dejará sin palabras.
Un atardecer en La Albufera
Y, aprovechando los encantos del otoño, aconsejamos acercarse hasta uno de los rincones más mágicos de la capital y nada más ni nada menos que cuna de la paella valenciana: el Parque Natural de La Albufera. Allí es posible pasar una bonita y relajante tarde respirando la naturaleza mediterránea en estado puro: aves autóctonas, arrozales, paseos en barca… Y, para finalizar, una de las puestas de sol más maravillosas que se pueden contemplar.
Viajar al corazón de África sin salir de Valencia: Bioparc
El Bioparc es otro imprescindible para los amantes de la naturaleza salvaje. Este parque recrea en 100.000 metros cuadrados el continente africano, con sus grandes humedales, un bosque ecuatorial, la sabana e incluso la isla de Madagascar. ¡Para todas las edades!
Senderismo mediterráneo: rutas para todos
Con el otoño llega una de las mejores épocas para disfrutar del tiempo al aire libre, sin calor intenso ni masificaciones. Más allá de la ciudad, el área metropolitana de Valencia brinda un conjunto de parajes maravillosos para practicar senderismo o incluso escalada en ciertas zonas habilitadas.
Algunas de las mejores zonas son la Ruta del Agua, en Chelva, el Salto de la Novia, junto a Navajas, el Barranco de Carcalín, en Buñol, la Ruta de los Molinos del Agua, en Alborache, El Garbí, en Serra o Camins de l’Aigua, en Carrícola.
Barrios con encanto, de día y de noche
Quien no se ha perdido entre las calles y el bullicio de los barrios más encantadores de Valencia no puede decir que conoce la ciudad. Lugares como el Carmen, Ruzafa o el Cabañal son escenario del auge cultural desarrollado por arquitectos, diseñadores, artistas, músicos, ilustradores o cocineros a lo largo de las décadas, así como por la propia población, y que hoy es posible disfrutar en toda su esencia.
El barrio del Carmen es uno de los más conocidos, no solo por la belleza de sus estrechas callejuelas de adoquines, en las que parece no pasar el tiempo, sino también por el gran ambiente diurno y nocturno que ofrece a los transeúntes: bares, locales, salas de concierto, graffitis, exposiciones, tiendas alternativas…
Y qué decir del barrio de Ruzafa, un lugar característico por una actividad cultural dinámica y variopinta, por sus múltiples estudios audiovisuales o de teatro, galerías de arte, bares y restaurantes alternativos, cafeterías-librerías y mucho, mucho movimiento. En la otra punta de la ciudad, pero con estilo similar, se encuentra Benimaclet, el que fue un pequeño pueblo absorbido por la urbe que hoy constituye uno de los barrios universitarios más atractivos.
Y otra gran joya de la capital del Turia es el Cabañal, un barrio cuyos encantos transmiten la tradición y la historia valenciana ligadas al mar, con una estética colorida que se mantiene a lo largo de las décadas. Hoy vive un renacer cultural que lo aproximan más al centro histórico de la ciudad que al pequeño pueblo pesquero que fue en su día.
Un paseo por el río
A pie, en bicicleta o, por qué no, en patín. No importa cómo, pero recorrer el cauce del río Turia es uno de los planes imprescindibles para disfrutar de Valencia cual valenciano. En este lugar, repleto de vegetación y aire limpio, se realizan actividades de todo tipo, desde sesiones de yoga o pilates, hasta partidos de fútbol y baloncesto, pasando por clases de pintura y dibujo, danza, demostraciones de artes marciales y reuniones sociales. ¡Termina la visita en el famoso Parque Gulliver!